lunes, 9 de agosto de 2010

La Infamia, Por Capítulos, todos los domingos.

Había una obra de teatro en Buenos Aires, llamada “El Gran Rescate”.


En una casa de familia, se rompió el televisor y se armo un teatro propio, en el que se rompió el silencio y, como decimos en el interior hubo olla hirviendo que empezaron destaparse…

Desde Buenos Aires, para Santiago del Estero, Añatuya, en nombre de un anciano aborigen, de noventa años, empezamos hoy a destapar una olla que va a oler muy mal,

Pero va a ir reparando una gran injusticia.
Cuando Don Concepción Sosa fue “Apretado” por los que se quedaron con sus campos,

Como es analfabeto, con policías santiagueños paseándolo de un lado a otro, le hicieron
Firmar lo que ellos querían, dibujo la firma y “se lo compraron” el campo.
Don Sosa les dijo que el poder lo tenía su hijo, a quién había cedido el campo hacia más
De cinco años, con la conformidad sus otros hermanos. pero no hubo caso algunos ricos
Se creen que nunca van a pagar y sus cómplices, tampoco.

Entendemos, nosotros, el equipo de ADECRA NACIONAL, que algunos funcionarios y jueces, tienen familiares sirviendo, a los que hace muchos años son dueños de la vida y los pocos ó muchos bienes de otros santiagueños trabajadores.

Oigan bien los que van a acompañar a la familia bloguera de ADECRA NACIONAL:
Trabajadores de la tierra. Ni especuladores, ni ladrones, como los que acompañaron a Don Concepción Sosa.

No se quedaron no solo con el campo, con casas, herramientas y cuatro hornos de ladrillos funcionando, que eran parte de las muchas mejoras que había introducido en su campo.

Fue una batalla perdida y solitaria.
“Los intrusos” ¡les donaron 100 (cien) hectáreas de las cuatro mil! Y a ellos los verdaderos dueños, les hicieron reconocer “Legalmente” que solo habían trabajado cien has. Del total del campo…No solo eso, en la escribanía de Silvia Murad, en un desistimiento de la acción y del derecho, el suscripto Don Concepción reconoce “como titulares domínales y únicos dueños absolutos recibiendo ordenes de ellos, a los señores Aldo Juan Orechia y Carmen Del Pilar Hurtado de Orechia, con anterioridad y “actualmente a la señora María Luisa Danico”.

El despojo y la infamia completos. ¿Qué les parece?
Estas tres personas, ¿se podrán mirar al espejo?.

Era el 4 de noviembre del año 2002, en Añatuya .
Estábamos investigando si la señora Danico es, como se hace en la provincia de Buenos Aires una persona insolvente…

La orechia, seguramente, por razones de parentesco y amistad, la eligieron, y trajeron de Río Segundo (Córdoba)

Después del escrito de la escribanía Murad, ante personas (Don Concepción Sosa y su esposa), ambos iletrados, “les hace decir “ que “su hijo Pedro Sosa, vive hace veinte años en la provincia de Buenos Aires, y que nunca a realizado tarea, gasto, ni inversión alguna en el inmueble “.

Vamos a recurrir al testimonio de los vecinos de Añatuya que están amenazados, pero algunos están dispuestos a perder el miedo a las mafias.
Muchos en Añatuya han visto a Pedro Sosa ir y venir, comprar maquinarias, armar hornos de ladrillos y sumarlos a la cantidad de mejoras que durante toda la vida hizo Don Sosa.

Todo ese sudor, junto a la rabia y las lágrimas, sirvió para que los Orechia se sigan enriqueciendo; y algunas escribanías también.
¿Por qué será que Don Sosa, solo sin su esposa, dibuja la firma del escrito?
¿Qué constatación hizo la autoridad competente, jueces, fiscales, abogados de que las cosas estaban bien hechas?

Creemos que hasta el domingo 14 de agosto, nuestros compadres de ADECRA, nuestros blogueros del país. Tienen para reflexionar y otros para arrepentirse.
Lo de ellos, si tienen sangre en la cara, es para devolver, no para robar cada día más.